jueves, 4 de diciembre de 2008

Intimidad compartida


Las imágenes íntimas son determinantes en el transcurso de toda la fotografía: Baudelaire (al que siempre se recurre como ejemplo de firme opositor) escribe a su madre solicitando su retrato. Muchas imágenes poseen el timbre de lo que trato de explicar. No son, ni mucho menos, fotografías privadas, pero lo íntimo subyace y las impregna. El propósito inicial de la fotografía crece entretejido con un deseo de intimidad compartida. Lartigues dispone de ese substrato familiar: Zissou à l'aérodrome (1911), Simone dans le parc (1913). Sougez y Clo en la ventana del estudio (1931).
Foto. Emmanuel Sougez, Pitou, PUZ (2007)